La ejecutiva federal de Izquierda Unida se reunió este lunes y tuvo como uno de los platos centrales de discusión las ayudas de entre 7.000 y 10.000 millones de euros que el Gobierno español quiere dar a la entidad financiera Bankia.
En la cita se acordó una resolución que se ha conocido este martes por la mañana y que reclama básicamente tres puntos: “Que se proceda a la intervención inmediata” de la entidad ” y a su nacionalización”, que se negocie un plan de reestructuración del sistema financiero español que prescinda de toda ayuda pública y que comparezcan de forma inmediata en el Congreso el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El texto también considera “inaceptable” que Rato haya elegido como sucesor a José Ignacio Goirigolzarri, que salió en 2009 de BBVA con una pensión millonaria.
Este martes han explicado la triple petición el primer portavoz adjunto del grupo Izquierda Plural, José Luis Centella, y el responsable de Economía, Alberto Garzón. “Es el último paso de un absoluto despropósito. El Gobierno está tomando el pelo a los ciudadanos, engañando y mintiendo también a los grupos, que ya le advertimos de que detrás de su plan de reestructuración del sistema financiero se escondían los mecanismos para salvar con dinero público a la banca. Estamos visualizando una gran estafa: socializar las pérdidas y privatizar las ganancias. El sistema financiero sufre la resaca de los ingentes beneficios disfrutados durante la burbuja inmobiliaria y ahora tienen que compensar las pérdidas”, ha declarado el diputado por Málaga. Izquierda Unida exige que, si no hay más remedio que inyectar fondos del Estado, este reciba una “contraprestación”, la de tomar el control de la entidad vía la nacionalización.
Garzón ha condenado el “encaprichamiento” del Ejecutivo del Partido Popular (y antes, del socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero) con los “planes de rescates bancarios”, cuando la federación apuesta por “rescates ciudadanos”. El parlamentario también ha advertido de que salvar a la banca es la “excusa perfecta” para “desmantelar el Estado del bienestar”.
Juanma Romero / Público