Ya dijimos la semana pasada que no era ‘oro todo lo que relucía‘ en el acuerdo de la Unión Europea. No es que seamos adivinos, es que nuestros líderes, europeos y mundiales, son tan torpes, que sólo era cuestión de tiempo. Lo dicho: reciban las noticias con sosiego, lean más allá de los titulares, reflexionen y esperen. Luego podrán bromear con su amigos, conocidos y compañeros de trabajo sobre sus ‘profundos conocimientos sobre la macroeconomía mundial’ o sobre su ‘bola de cristal’ para anticipar estos acontecimientos.
En ‘La Bolsa y la vida‘ repasaremos lo sucedido esta última semana: desde la euforia con la que acabamos la pasada hasta la incertidumbre con la que terminamos esta, con o sin referéndum griego, y con una nueva cumbre del G20 que nos vuelve a dejar unas conclusiones manidas, mil veces escrita… y otras tantas incumplidas (inglés).
En relación con lo que está sucediendo hablaré en el espacio de este sábado de otro concepto que se refiere al intento de confundir y aumentar la ignorancia masiva sobre un tema. El término ‘agnotología‘ (español – inglés) se utilizó por primera vez en 1995 para denunciar las campañas publicitarias de las tabacaleras y como podrán verificar no ha perdido actualidad.
La ‘recomendación‘ de esta semana será la lectura del libro ‘La estrategia de Sherezade‘, de Christian Salmon, que desnuda la estrategia de comunicación de los que nos gobiernan.
Volveremos sobre el tema de las ‘reclamaciones‘ a las entidades financieras, con un ejemplo práctico enviado por un escuchante, que nos demuestra la incogruencias y límites de las entidades supervisoras, pero que más que desanimarnos debe hacernos perseverar para que las cosas cambien.
Finalizaremos, explicando de nuevo, la diferencia entre el término billón, cuando se usa en español o en inglés. Billón en español son un millón de millones, es decir: 1.000.000.000.000, mientras que en la cultura anglosajona billion son mil millones, es decir: 1.000.000.000. Como ven hay un diferencia sustancial, hay que estar atento a la misma al recibir las noticias y a las traducciones rápidas e incorrectas que algunos medios de comunicación realizan.